El Doctor Elena y una cadena de negligencias médicas en Mar del Plata

La trágica muerte de Paula de Cristóbal ha develado una alarmante cadena de malas praxis médicas en Mar del Plata, que involucra a varios profesionales de la salud (los Dres Esteban Elena padre e hijo) y a dos clínicas locales. Paula, una mujer joven y saludable, perdió la vida tras someterse a una cirugía estética que, en teoría, debería haber sido rutinaria.

Los Hechos:

El 28 de octubre de 2023, Paula se sometió a una cirugía en la Clínica del Niño y la Familia de Mar del Plata para reemplazar sus implantes mamarios.

La intervención estuvo a cargo del Dr. Esteban Elena y de su padre (del mismo nombre), también cirujano plástico. Tras la operación, Paula comenzó a experimentar síntomas preocupantes, como inflamación excesiva, moretones y dolor intenso, los cuales comunicó al Dr. Elena a través de mensajes de WhatsApp.

El Dr. Elena le indicó que tomara antibióticos y le aseguró que lo que estaba experimentando era normal. Sin embargo, a lo largo de las semanas siguientes, los síntomas de Paula no mejoraron; al contrario, empeoraron. La mama derecha, que inicialmente mostraba un moretón, se fue endureciendo y aumentando de tamaño, hasta que finalmente comenzó a supurar líquido. A pesar de estos signos claros de infección, el Dr. Elena minimizó la gravedad de la situación y continuó sin realizar un seguimiento adecuado.

El 21 de noviembre, Paula ya presentaba un cuadro infeccioso grave, que fue nuevamente subestimado por el Dr. Elena. En su ausencia, la remitió al Dr. Parrellada, quien tampoco tomó medidas decisivas, limitándose a decir que todo estaba "bien". Durante esos días, la infección siguió su curso, afectando cada vez más el estado general de Paula.

Finalmente, el 28 de noviembre, Paula desarrolló fiebre alta y su estado de salud se deterioró rápidamente. Al día siguiente, fue sometida a una cirugía para retirar los implantes en la clínica Tessler de Mar del Plata, que, lamentablemente, no contaba con el equipamiento adecuado para manejar una emergencia de esta magnitud. A la hora y media de haber despertado de la cirugía, Paula debió ser trasladada en un estado crítico a la Clínica del Niño y la Familia por indicación del Dr. Elena, donde ingresó con un estado de salud muy grave. A pesar de los esfuerzos, su condición siguió empeorando y, tras un fallido traslado al Hospital Privado de la Comunidad (HPC) el 3 de diciembre, Paula falleció.

Las Responsabilidades:

El Dr. Esteban Elena ha sido imputado por homicidio culposo, ya que, según la investigación, su negligencia y la falta de un tratamiento adecuado condujeron a la muerte de Paula. Sin embargo, las responsabilidades no terminan con él.

El rol del Dr. Parrellada, quien evaluó a Paula durante su cuadro infeccioso sin tomar las medidas necesarias, sigue siendo objeto de investigación.

Asimismo, se han levantado serias dudas sobre las condiciones en las que Paula fue operada en la clínica Tessler. No solo se le practicó una cirugía a pesar de su delicado estado de salud, sino que además la clínica no contaba con unidad de terapia intensiva ni con el equipo adecuado para manejar complicaciones postoperatorias graves, lo cual agrava la situación de negligencia.

Por último, la Clínica del Niño y la Familia, donde Paula fue internada tras su cirugía por indicación del Dr. Esteban Elena, también está bajo la lupa.

La falta de un equipamiento adecuado en la unidad de terapia intensiva obligó a trasladarla nuevamente, lo que sin dudas contribuyó al empeoramiento de su estado.

Conclusión

El caso de Paula de Cristóbal es un recordatorio doloroso de las terribles consecuencias que pueden tener las malas praxis médicas.

No se trata solo de un error individual, sino de una cadena de negligencias que involucraron a varios profesionales y a dos instituciones de salud de la ciudad de Mar del Plata, quienes fallaron en proteger la vida de una paciente.

Hoy, su familia y amigos buscan justicia, con la esperanza de que esta tragedia sirva para que nunca más vuelva a ocurrir algo similar.

La investigación continúa, y todos los responsables deben rendir cuentas por sus acciones y omisiones.